La lógica de adquirir los útiles escolares con anticipación en primer lugar va de la mano del ahorro y también para evitar el estrés que surge en febrero. Además muchos colegios envían el listado de útiles para el próximo año al final del año escolar, posibilitando las compras por adelantado. A su vez los estudiantes pueden elegir entre el surtido o las colecciones que deseen, especialmente porque en febrero tiende a disminuir la disponibilidad de opciones.
Asimismo, resulta conveniente adelantarse en las compras en diciembre, ya que alrededor del 85% de los ítems se repiten, siendo conocidos por las madres. Ejemplos de estos artículos son pegamentos, repuestos de hojas, carpetas, folios, lápices, sacapuntas, gomas, lapiceras borrables, entre otros.
Este diciembre, se observó un incremento notable en las compras en comparación con los tres años anteriores. Este crecimiento estuvo impulsado por la anticipación de ajustes de precios que se espera estén acordes con la inflación prevista para el próximo trimestre. Este fenómeno comenzó en el mes actual, ya con la elección presidencial finalizada, y se vio consolidado con la corrección del tipo de cambio oficial.
La temporada 2024 inició en diciembre con un incremento del 170% en comparación con la temporada anterior (2023). Este incremento de precios se atribuye, en gran medida, a los componentes importados y a la escasez de productos en el mercado.
Estos aumentos están directamente vinculados con la inflación y, especialmente, se reflejan en las categorías de mochilas y cartucheras. En determinados segmentos, la falta de productos puede limitar las opciones de elección entre diferentes marcas.
Comprando hoy hay un 45% aproximado de ahorro que en mediados de febrero, época de mayor concentración de ventas de vuelta al cole.
Con respecto a los costos de la canasta escolar, estos varían significativamente entre escuelas públicas y privadas, así como entre los niveles educativos. Aunque en los últimos años no ha habido grandes cambios en las listas de útiles, se ha observado una tendencia al alza en la inclusión de dispositivos tecnológicos. Los precios de las canastas escolares oscilan entre $20.000 y $140.000, excluyendo mochilas y elementos tecnológicos, que a veces tiene una duración de dos a tres años y no se necesita reponer tan rápidamente.
En el caso de los kits de jardín, el rango de precios va desde $20.000 hasta $60.000. Para primaria, los kits tienen un costo que inicia en $30.000 y puede llegar hasta los $90.000. En cuanto a secundaria, los precios varían entre $35.000 y $140.000, dependiendo de los artículos que incluyan, como material de geometría, carpetas con diseño, folios, productos de artística y calculadoras.
Una tendencia emergente es la preferencia de las nuevas generaciones por útiles escolares más amigables con el medio ambiente, como lápices ecológicos y papeles naturales. Esto refleja una mayor conciencia ambiental en el proceso de compra.
Muchas de las compras de útiles escolares se realizan con el respaldo del beneficio que ofrece el departamento de Recursos Humanos a sus empleados, un área en la cual ALOT se especializa desde hace años. Brindamos a las principales compañías del país una manera sencilla de implementar este beneficio, con la capacidad de llevarlo a cabo en todo el territorio argentino gracias a nuestro robusto nivel logístico.
Además de nuestra capacidad logística, contamos con 12 sucursales en las cuales recibimos a más de 1.000.000 de personas durante la temporada. En términos generales, la propuesta de Recursos Humanos consiste en kits escolares prearmados o vouchers que permiten a cada empleado adquirir lo necesario para satisfacer la lista escolar de sus hijos.
Por Germán Di Carlo Presidente y CEO de ALOT
