Tiempos Modernos

En un artículo anterior, comenté que había visitado personalmente al menos 30 empresas de nuestra industria en BGA y Sante Fe y que estaban a full con la elaboración de productos, la capacidad de trabajo humana y lamentándose, por una cosa u otra, no poder producir más. Ya sea por la falta de insumos importados como por lo difícil que es conseguir personal adecuado.

Si bien es cierto que se esperaría un decrecimiento de la demanda, creo que no es el principal problema en la actual instancia. Sí quizás, en el mediano plazo.

Sigo insistiendo, desde esta humilde tribuna, para que las organizaciones trabajen profundamente en sus estructuras internas para seguir profesionalizándolas desde el inicio: equipos de compras para seleccionar productos  y cantidades adecuados y acordes al mercado y a la demanda;  gerentes de ventas cada vez más creativos y abiertos ya sin lugar a dudas a la omnicanalidad;  estructuras de logística eficaces y eficiente con entregas y stocks cada vez más cerca de los usuarios finales y de los depósitos de los retails;  gerentes de marketing que utilicen todas las herramientas actuales que son muchas y acá , si me permiten,  me detengo en un párrafo especial.

Creo que deberíamos retomar y volver en estos tiempos modernos, a apostar, mejor dicho, a invertir en las relaciones interpersonales físicas y de contacto real.  La virtualidad utilicémosla para situaciones especiales y de conveniencia, pero no de modo habitual y permanente. Que sea una excepción la comunicación no física con el comprador, la charla franca y el verse a los ojos. Detrás de la virtualidad se está metiendo un temor o mejor dicho un miedo al error o al fracaso, que no son otras cosas, según mi experiencia, que escalones al éxito o a la corrección de medidas o estrategias.  Esto juega en todos los sectores y campo de acción. En empresas proveedoras y retailers grandes y pequeños. Detrás de una maraña interminable de 0800, de emails adress, de códigos QR y hasta de whatsapps, se esconden deficiencias y temores que hay que ir eliminando ipso facto y recomenzar a lo que siempre fue el famoso y simple “¿Can I help you?” de los americanos del Norte.

Una escuela importante y eficiente de esta modalidad de trabajo es la que comenzaron, hace unos años, inquietos emprendedores marplatenses que comercializaban ab initio seguros personales y patrimoniales que, fueron mutando y convirtiéndose en una empresa moderna a la vanguardia en productos de su clase (Assist Blister) y servicios a los cliente (capacitaciones continuas). Sus integrantes, vendedores y gerentes, recorren todas las sucursales de los retailers de todo el país permanentemente. Con toda la información que reciben, van progresando, corrigiendo y consiguiendo oportunidades nuevas de negocios y descartando las que no funcionan.

Para todo esto hay que organizarse, poner un objetivo e invertir y ¿qué mejor momento que este hasta que las aguas estén más calmas?

Por Pablo Giambroni, Gerente Comercial de Enretail

pgiambroni@mediaware.org