Norberto Sablich, Gerente de Ventas de la empresa, enfatiza que la mujer es muy exigente en esta categoría y, por lo general, prioriza la calidad del producto por encima del precio. Según el gerente, solo unas pocas marcas con alta calidad dominan el mercado local, y estas son las que se encuentran en la primera fila. Según expresa, Tenacta, que lleva 15 años en el mercado y proviene de Tenacta Italia, se beneficia de un diseño italiano que le ha permitido tener un muy buen ingreso en todo el canal del retail.

Una oferta diversificada y enfoque en belleza

La empresa maneja una oferta dual. Por un lado, mantiene su línea de salud, origen de la compañía hace 30 años, que incluye nebulizadores, tensiómetros, balanzas y productos de cuidado del bebé. Por otro, la marca Bellíssima cubre la línea de cuidado personal femenino con una amplia gama de artículos. Entre los productos más destacados se encuentran planchas, secadores, rizadores y multi-stylers.

“A diferencia de la categoría de salud, que puede verse afectada por enfermedades o epidemias, la tendencia en el cuidado personal femenino es muy estable y sostenida”, asegura el ejecutivo.

Estrategia de penetración y futuro crecimiento

Para garantizar el éxito de la estrategia comercial, Tenacta ha desarrollado una cobertura exhaustiva del canal de ventas. La estructura está segmentada, atendiendo a grandes cadenas, clientes medianos y clientes pequeños, algo que es posible al estar presente en todas las redes y grupos de compra.

Un factor clave es la fuerza de ventas, Según comenta el gerente, viaja casi tres veces al mes al interior del país, acompañado por la fuerza de viajantes, asegurando así “la presencia en prácticamente todos los comercios del retail“.

De cara al futuro, la compañía ha anunciado su intención de continuar invirtiendo. “La expectativa es potenciar mucho la marca Bellísima, asegurando que esta línea de cuidado personal femenino seguirá creciendo. La confianza se basa en el comportamiento de la consumidora, que continúa mirando mucho la calidad del producto y no tanto el precio”, concluye Sablich.