Con el reciente anuncio por parte del Gobierno de un nuevo aumento de más del 100% en las tarifas de luz y gas para hogares de ingresos medios y bajos, los consumidores siguen enfrentando el gran desafío de pagar las cuentas a fin de mes. Con la quita de subsidios a la luz y el gas desde julio las tarifas aumentarán todos los meses y se pondrá en marcha un sistema de ajustes en base a las expectativas de inflación futura, con el objetivo de limitar el impacto de los incrementos en las facturas en caso de que se mantenga la desaceleración de los precios minoristas.

Y si se tiene en cuenta que estos aumentos llegan en la época más fría del año, la situación se convierte todavía más desafiante, sobre todo para los que reciben las facturas todos los meses y tienen que pagarlas. A la hora de pensar qué medidas tomar para minimizar el impacto de estos aumentos y hacer un uso más racional de la energía hay 3 formas potenciales para reducir el consumo en un hogar, con un resultado de ahorro diferente en cada uno. La manera más eficiente y con el que mayor ahorro se consigue es con la aislación térmica, que se puede instalar en techos, muros y pisos. “Los materiales de aislación térmica eficiente permiten ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de luz y gas, consumidos para climatizar. Además, tienen una vida útil que acompaña la vida de una vivienda”, explica Javier Maltz, presidente de ANDIMA, Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes – Lana de vidrio, Poliestireno Expandido y Poliuretano.

Está comprobado que los hogares sin aislación térmica eficiente suelen tener un aumento considerable en las facturas de la luz y el gas, ya que no consiguen conservar la temperatura y por consiguiente generan una pérdida constante de energía a través de los techos, muros y pisos. Una recomendación por parte de especialistas en aislación térmica es aprovechar obras y arreglos que se hagan en una vivienda para incorporar aislación térmica eficiente en algunas o todas las partes de la envolvente – techos, muros y pisos.

Además de aislación térmica eficiente, hay otras dos maneras para ahorrar energía; utilizando calefones solares y artefactos sin piloto, que permiten reducir el consumo total hasta un 18% y, por último, los artefactos eficientes (electrodomésticos de Clase A) y lámparas LED, que permiten ahorrar solamente un 9% en el consumo energético.